3 lecciones de rebranding que las marcas pueden tomar prestadas a Caitlyn Jenner

La esplendorosa metamorfosis de Bruce Jenner en Caitlyn Jenner es probablemente la historia más apabullantemente viral de lo que llevamos de 2015. Y también una fantástica acción de rebranding del que las marcas pueden aprender un buen puñado de lecciones. iMedia Connection desgrana a continuación las más importantes:

1. Revelar los motivos que hay detrás del rebranding es primordial
El rebranding de Jenner ha sido absolutamente impoluto desde el principio porque en él ha primado en todo momento la transparencia y la sinceridad. Antes de saltar a la portada de la revista Vanity Fair, Jenner concedió una sincera entrevista a la periodista Diane Sawyer en abril de este mismo año. En esta entrevista, una honesta Caitlyn reconoció ante 20,7 millones de espectadores que llevaba atrapada en el cuerpo de un hombre desde la infancia. Reveló los problemas con su ex mujer Kris Jenner y explicó los motivos que la llevaron en último término a cambiar de sexo. El 80% del éxito del rebranding de Jenner se debe fundamentalmente a que en su día se tomó la molestia de compartir con el público sus motivaciones para cambiar. Las marcas que se hacen un cambio de “look” y no se preocupan de compartir con el público los motivos de su rebranding están abocadas al fracaso. Es lo que le pasó a Coca-Cola cuando en 1985 lanzó la nefasta “New Coke”. Este producto fue un sonoro fracaso porque Coca-Cola no explicó al público en ningún momento los motivos del cambio.

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2. El relanzamiento debe ir acompañado de un sonoro “bang”
El 1 de junio Vanity Fair compartió en Twitter la foto de la portada de su próximo número, en la que la nueva Caitlyn Jenner era presentada por fin en sociedad. La imagen se las ingenió para “romper internet” de manera casi instantánea. Y Caitlyn aprovechó muy sabiamente la coyuntura para hacer también su debut en Twitter, donde batió todos los récords alcanzando 1 millón de seguidores en apenas 4 horas. Si algo pueden aprender las marcas del fastuoso relanzamiento de Jenner, es que el relanzamiento de una marca no puede ser jamás tímido. De lo contrario, los consumidores percibirán que la marca no se siente quizá del todo a gusto con su nuevo “look”. Una relanzamiento debe ser a lo grande o directamente no hacerse.

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3. Es esencial que las marcas sean dueñas de su propio rebranding
Después de la algarabía provocada por su portada para Vanity Fair y su exitoso debut en Twitter, Caitlyn protagonizará próximamente un “reality” para E! en el que se abordará su transición de hombre a mujer. Jenner ha demostrado en todo momento ser dueña (orgullosa) se propio rebranding y es eso precisamente lo que le está granjeando el apoyo del público. Un apoyo del público que es esencial en toda acción de rebranding.

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Fuente: marketingdirecto.com